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COMENTARIOS SOBRE LA ACTUALIDAD DE ARAGON

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LA CHAMINERA DE LA PARDINA

LA CHAMINERA DE LA PARDINA

El día era perfecto para una marcha por el monte: sol y unos diez grados de temperatura al comenzar la mañana. Esta vez no llevaba mi gps. Había memorizado el trayecto y con los dos mapas que traía conmigo era suficiente. No era un camino largo ni aparentemente complicado. Mi objetivo era llegar a una antigua pardina, abandonada desde hace años, rematada por una preciosa chaminera (chimenea) troncocónica que aún guardaba los restos de su espantabrujas, según me habían dicho.

Una vez localizado el origen del camino, a veces esta tarea puede dar algún quebradero de cabeza, inicié mi marcha a través del barro provocado por las últimas lluvias. Había señales de paso de todoterrenos (seguramente agentes de protección de la naturaleza y cazadores) que en este momento tendrían muchas dificultades para transitar. Tal vez una vez se seque bastante más el piso puedan pasar, pero ahora...complicado. Mis botas se tornaron muy pronto del color de la humedad y del lodo. Como marco acústico, al principio el sonido de un pequeño pero bravo arroyo cercano y los balidos de las ovejas pertenecientes a una explotación ganadera más o menos cercana. Paulatinamente, y conforme avanzaba por el camino, los sonidos anteriores cesaron, y el piar de numerosos pájaros que mantenían en este bosquecillo que me rodeaba su lugar de residencia se adueñó del entorno. De vez en cuando, la melodía ornitológica era quebrada por el grave y oscuro grajear de una familia de córvidos que anunciaba mi presencia.

El trayecto se hizo muy corto. Entre quinientos metros y un kilómetro (como mucho) de agradable paseo entre pinos jóvenes y, un poco más allá, los restos de antiguos campos de explotación agrícola y ganadera, hoy invadidos por la maleza y el olvido. En cualquier forma, indicios de una sociedad de trabajo rural, y anunciadora de la existencia de los inmuebles que formaban parte de la pardina que buscaba.

De repente, una pronunciada curva hacia la izquierda me condujo a un claro. Era evidente que en tiempos la explanada había sido utilizada para el accesoa a la pardina. Un poquito más, y...allí apareció ante mí una estupenda construcción rústica con un portalón de entrada, y el frontal de un edificio de dos o tres plantas rematado por un vano circular, bajo tejado a dos aguas.

Desgraciadamente, la ruina se había apoderado del conjunto. Algunos tejados se habían hundido (la persona que me aconsejó la visita no lo recordaba así), la maleza había invadido algunos sectores, y los propietarios (con buen criterio) habían colocado una valla protectora alrededor para evitar que la gente se introduzca en los edificios y se produzca algún accidente. A pesar de todo, la pardina mantenía una imagen impresionantemente bella.

El conjunto estaba formado por tres-cuatro edificios con claras señales de arquitectura popular. Sentí una especial alegría porque representaba claramente la organización familiar y social de la institución de la Casa Aragonesa, donde todos trabajaban para ésta, se conforman roles sociales claramente funcionales, el derecho se basa en la costumbre, y tiende a la autarquía para su mantenimiento. Y es que, uno de los edificios (el coronado por la chaminera) era claramente residencial. Los otros dos poseían una función ganadera y agrícola muy evidentes. Junto al conjunto, una explanada tal vez usada como era o como mosal para el ganado.

Y, efectivamente, allí estaba. Una impresionante chaminera troncocónica típicamente aragonesa de la zona pirenaica. Grande en sus dimensiones, con su galería de ventanicas en la parte superior, y todo ello rematado con los restos de un espantabrujas que, seguramente, todavía mantenía su función de proteger a la Casa y a sus moradores de los males de hechiceros, brujas y otros. Qué belleza, pero también, qué pena. La chaminera o chimenera, en su día fue el lugar principal de encuentro y convivencia de los miembros de la Casa, de la familia. Cuántas historias se habrán contado a los más pequeños en medio de la noche a la luz de la chera, cuántas canciones se habrán entonado en la lengua aragonesa materna, cuántos problemas se habrán abordado por parte de los amos de la Casa al calor de las brasas, cuántas capitulaciones, pactos y acuerdos familiares habrán sido alcanzados tras dialogar y debatir sentados sobre las cadieras.

Y hoy...hoy no existen brasas, ni historias, ni canciones. El abandono de la explotación sumió  la pardina en el olvido. Pero la chaminera sigue allí, imponente, altiva, orgullosa. Sigue marcando el poder de la Casa. Continúa protegiendo a los espíritus de los antiguos moradores. Perpetúa la protección a través de su espantabrujas a quienes buscan cobijo. Y allí seguirá, espero que por muchos años. Tal vez alguien invierta las tornas un día, y se decida a su reconstrucción.

Tan cerca y tan lejos. A pocos minutos de una carretera por la que transcurren vehículos del siglo XXI ajenos a esta pardina que permanece oculta por el bosque a los ojos de los viandantes y conductores. Incluso más cercana a la carretera que otras explotaciones ganaderas modernas en activo. Pero a la vez tan lejos...

MAMITA, APÁGAME EL SOL

MAMITA, APÁGAME EL SOL

Hace algunas semanas salíamos de Zaragoza en viaje familiar con destino a la montaña. Como siempre, nuestros hijos Chorche y Jaime se aprovisionaron de chuches y juegos para que la duración del viaje fuera más llevadera. Sentados atrás sobre sus sillas, estos momentos del viaje se prestan a conversaciones que solo entienden ellos. Y es que, embebidos en sus juegos, para los papás es ininteligible frases del estilo de "...Si le das con hoja pétalo lo puedes meter en la pokeball y te sube de fuerza..." y similares. En algunos viajes cogen sus Nintendo y les dejamos que jueguen un buen rato (ellos lo pasan bien, y ello nos permite una conducción más sosegada).

El caso es que en dicho viaje decidieron jugar, como os decía, a sus Nintendo. Parece ser que estos artilugios pueden conectarse entre sí para jugar varios a la vez. Pues bien, siendo todavía media tarde, el sol pegaba fuerte sobre el coche y molestaba a los chicos, sobre todo a Jaime. El reflejo del sol le impedía ver con claridad la pantalla de la Nintendo. Acostumbrados a acudir a los papás ante cualquier eventualidad, Jaime se quejó del sol:

- Jó, cuánto sol. No me deja ver la pantalla.

- Pues cambia de postura Jaime (le dijo su madre).

- Es que no puedo

- Prueba.

- Mejor, mamita: apágame un momento el sol

- Cómo??

- Sí, que me apagues un momento el sol para poder ver la pantalla de la "nin".

Su madre y yo casi nos partimos de la risa por la petición de nuestro peque. Y, claro, el mosqueo que se cogió Jaime fue de aúpa.

- ¿Por qué os reís?

- Jaime, los papás no podemos ir a apagar el sol

- No, si yo digo que lo apaguéis solo un poquito.

- Que no Jaime... que no podemos

-...Cómo que no podéis...

Y es que para nuestros hijos, los papás lo podemos todo, hasta apagar el sol (aunque solo sea "un poquito"). La situación fue muy tierna y graciosa, aunque me parece que los papis perdimos puntos ante Jaime... Os adjunto una foto de mis dos chicos en la que se aprecia la complicidad entre ambos.Guiño

Por cierto, mis regalos del día del padre han sido un llavero hecho por Jaime, y un cuadro para colgar las llaves hecho por Chorche (y una carta de éste).Todo bien

MARCHA CON RAQUETAS DE NIEVE

MARCHA CON RAQUETAS DE NIEVE

Hace pocos días tuve la oportunidad de hacer una marcha con raquetas de nieve por la zona del Somport. Hizo un día estupendo de sol, y todos pudimos realizar un trayecto bastante cómodo entre la estación francesa de esquí de fondo y Candanchú (y vuelta). Me acompañaron mi familia y un buen número de amigos. El paisaje estaba precioso, con tanta nieve que más que montañas la panorámica se asemejaba más a tartas cubiertas de nata. No sólo de skí vive el hombre, sino que en las zonas de montaña de Aragón es posible realizar otras actividades muy interesantes que permiten disfrutar del medio ambiente así como enseñar a los más pequeños la belleza de nuestro país, Aragón.

SOMPORT por blogsergio.

NUEVAS GENERACIONES

Y no me refiero a las juventudes del PP. Se trata de las nuevas generaciones de mi casa, es decir mis hijos Chorche y Jaime. El otro día me pidieron que les buscara en youtube el vídeo de su canción favorita de ahora. La verdad es que el artista no me sonaba de nada. Lo encontré, y me quedé alucinado. Cuando yo tenía su edad, las canciones que me gustaban eran las que salían en los dibujos animados (Mazinger Z, etc). No me molaba mucho la música infantil de grupos del estilo de Parchís y similares, porque los consideraba un poco ñoños (sin ánimo de ofender, por supuesto). Por eso, yo me consideraba un tanto "adelantado" con respecto a mis amigos que sí les encantaban las canciones del estilo "soldadito de plomo", "cumpleaños feliz", etc.

Pero ahora me doy cuenta de que para adelantados, los críos de ahora, y de forma particular los míos. El nombre del artista que me pedían que buscara era "Kesha". Al principio me sonó un poco a nombre de los Pokemon o alguna serie así que también les gusta mucho. Pero...no. Resulta que Kesha es una joven cantante muy moderna que canta una canción en la que la letra dice lo mucho que le gusta irse de fiesta. La canción es muy pegadiza, me gusta. El vídeo es divertido. Y mis hijos lo bailan como locos (especialmente Jaime el peque de cinco años, que es el fan number one de Kesha). Además, lo uso para que los chicos se vayan soltando con el inglés.

Os adjunto el vídeo de Kesha (ojo que la canción engancha). Lo único que, Mayte y yo nos planteábamos es que si con cinco años Jaime alucina con el look y las canciones de Kesha (también les gusta mucho Shakira), qué nos pasará cuando tengan 16 años...S.O.S.!!

ENCONTRADA!!

ENCONTRADA!!

Hacía frío. El termómetro no superaba el grado centígrado. No nevaba demasiado, pero a veces el viento hacía que los pequeños copos golpearan la cara con fuerza. La verdad es que estaba un poco contrariado. Mi primer objetivo, una ermita que aparecía en el mapa y que aún no había visitado, se me había escapado de las manos. A pesar de que no había una gran distancia a mi destino inicial y de que no parecía a priori que existiera una gran dificultad para acceder y encontrarla, las últimas lluvias y nevadas me jugaron una mala pasada y habían provocado que el pequeño riachuelo que rasgaba el valle (normalmente con poco caudal) bajara bravo. Remonté el cauce para intentar vadearlo, pero no había forma. Si pasaba, era seguro que me calaba las botas acababando chipiado de rodillas hacia abajo, y con el frío que hacía no me apetecía demasiado, la verdad. Permanecí inmóvil durante unos minutos mirando el río e intentando encontrar con la vista un acceso. Mientras tanto, una ardilla confiada cruzó el cauce y el barranco con absoluta sutileza y agilidad. Creo que ni se dio cuenta de que yo estaba tan cerca. En el último momento saltó desde el cauce hasta el primer árbol de la ribera, como si volara. Entonces me di cuenta de que para mí era imposible hacer algo parecido ni remotamente. Así que decidí ir hacia el otro objetivo de la jornada.

Se trataba de una pequeña construcción que no aparecía en ninguno de los mapas de montaña de los últimos años que utilizo para caminar por la montaña. De hecho, la única referencia de ella la obtuve de casualidad, observando un mapa topográfico de principios de siglo. La identificaba en esta vieja carta como "ermita", pero su aspecto podría ser de una simple casa derruida. No había marca gps, ni itinerario, ni señalización. Sabía más o menos por dónde estaba. Pero, claro, sin ninguna garantía de que existiera. Lo que sí tenía muy claro es que, de estar allí, su estado de conservación sería ruinoso (tal vez un par de paredes de piedra) y que seguramente no habría ningún elemento artístico destacable (de lo contrario, estaría señalizado de alguna forma, o se habría trasladado la parte importante). El hecho de que su aspecto fuera ruinoso o no fuera "de interés" artístico u otros, para mí no tiene la más mínima importancia, pues lo que realmente me interesa es el aspecto sociológico: saber que hace un siglo o dos o los que sean, hubo aragoneses que desarrollaban parte de su vida allí. Es la misma sensación que tengo cuando visito un pueblo abandonado. En algunos escritos puedes leer que está destrozado y que salvo la iglesia no hay nada de interés. Para mí no es así y, además de la iglesia o lo que sea, los restos de las viejas casas, bordas o pajares tienen un gran valor, aunque haya que esforzarse un poco para imaginar cómo serían en sus buenos tiempos.

Así que me puse a caminar hacia el nuevo objetivo. Tomé como referencia un barranco en la parte opuesta del río, ya que los caminos que observé en el mapa antiguo no tenían nada que ver con los reflejados en los mapas nuevos. Caminaba por medio del bosque y con ladera bastante inclinada. Había huellas de ganado ovino o caprino, lo cual es buena señal siempre que andas por sendas poco transitadas. Había algún resto también de jabalí, pero no me preocupaba en exceso (aunque me he cruzado con estos animales algunas veces, nunca he tenido ningún problema). En estos casos, me ando con cuidado más por no molestarles que por otra cosa (sin descuidarme, claro).  Al fondo vi lo que parecía una trocha ganadera o una especie de camino, pero no estaba seguro (en los mapas no aparecía). De todas formas seguí ascendiendo, y entonces...cuando levanté la vista hacia la parte superior del monte...me pareció ver algo. No llevaba los prismáticos en la mochila (nunca los uso, y para una vez que me hubieran servido, no los llevo). La maleza del bosque, los árboles y la propia inclinación del terreno me hacían dudar. Unos metros más arriba se alzaba "algo". A priori parecía una especie de pilar o un trozo de muro pequeño, pero podría ser algún árbol de tronco grueso (no sería la primera vez que algo así me engaña) o cualquier otra cosa.

Comencé a remontar más rápido, ante la expectativa de poder encontrar la ermita o lo que quedara de ella. Por momentos, perdía de vista el objetivo. Unas veces porque el bosque se volvía más denso. Otras veces porque debía desviarme hacia los lados cuando la pendiente me impedía subir recto. Y entonces me di cuenta que muy cerca volvía a ver la  vieja senda, el viejo camino o trocha que no estaba marcado en el mapa. "Sí", pensé. Tengo que estar cerca. Y de repente...¡¡encontrada!!

Era una vieja construcción derruida. La techumbre, obviamente caída. Con una pequeña planta rectangular, a duras penas mantenía en pide tres de sus cuatro muros. La parte de la puerta de entrada también se había desplomado. En principio, huellas de lo que pudo ser un tejado a dos aguas. Tal vez otro tejadillo. Del interior, solo se distinguía un aparador hecho con piedra, y una hilera de piedra a media altura que podría (imaginando mucho) denotar algún tipo de elemento propio de una ermita, o simplemente ser el soporte de una segunda planta o altillo de una instalación ganadera.

Lo primero que hice, fue marcar la situación en el gps, porque tengo que pasar a limpio la situación y las fotos, y volver. Posteriormente, me dediqué a documentar con imágenes la construcción. Y después, cuando ya ha pasado el primer momento de ilusión por haber llegado al objetivo, te da por pensar. ¿Quién lo habría construido? ¿Cuál habría sido su uso? ¿Era realmente una ermita? No había marcas ni señales que la identificaran en forma alguna. ¿Y la gente que lo construyó? ¿Cuándo sería? ¿Cómo sería su forma de vida? En fin, mil preguntas, mil hipótesis...Una forma de viajar en el tiempo a un Aragón originario.

Volveré, espero que pronto. Ahora tengo claro otro acceso mucho más sencillo. Investigaré un poco más y ya os contaré.

POR LOS ANIMALES EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

POR LOS ANIMALES EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

Este post es un compromiso con mis hijos, Chorche y Jaime. En su cole, como en tantos otros, se han disfrazado para carnaval. Pero este año han querido concienciarnos a los papás y mamás del peligro que sufren algunas especies animales por acción del hombre. Me han pedido que haga llegar este mensaje a todo el que pueda, así que lo cuelgo en mi blog, con la esperanza de que tú lo leas. Os adjunto un par de imágenes de animales en vías de extinción. En la imagen de cabecera, un oso pardo llamado Jaime. En la siguiente imagen, un pingüino de nombre Chorche.

pinguino por blogsergio.

 

JAIME EN SAN JAYME

JAIME EN SAN JAYME

No lo sabíamos, pero el otro día leyendo unos libros, me di cuenta de que la actual ermita de Santa Juliana en el Valle del Aragón, podría haber sido tiempo atrás una iglesia dedicada a San Jaime, o más concretamente a San Jayme. Nos sorprendió a todos por inesperado, aunque el más contento de la familia es, lógicamente, nuestro cachorro pequeño Jaime. Le faltó tiempo para "hacer acto de posesión" de "su" iglesia, la de San Jayme, claro. Ahí os dejo una foto.

PERO...¿A QUIÉN HA SALIDO ESTE CHICO?

PERO...¿A QUIÉN HA SALIDO ESTE CHICO?

Recuerdo que cuando de pequeño iba al pueblo de mi padre, las personas mayores me decían: " ...Y tú, royo, ¿de quién eres, maño?..." (a veces también cambiaban el "maño" por "chacho"). Y yo, que era muy cortadico, me ponía rojo, hacía un esfuerzo y le contestaba a la señora (o señor) mayor: "Soy el nieto de Manuel". A continuación el rito era el mismo. La persona mayor (que normalmente acababa siendo prima, tío o familiar en general del mi yayo) me decía: "Manuel...Manuel, ¿qué Manuel, maño?". Y yo muy pito replicaba "De Manuel Larraga, de Manuel el raguilla". Y entonces, la señora (porque normalmente era una señora) sufría una especie de estallido emocional (mezcla de alegría, sorpresa y sensación de caer en quién me refería) y me duplicaba: "Ay, maño, de Manuel el raguilla? ¿El de la Luisa?" (Luisa era mi abuela). Y normalmente continuaba "Si es verdad, que eres raguilla tú también...eres igual que tu padre...y también te pareces mucho al Manuel...Oy, tu abuela...una santa...lo buena que era con todo el mundo...". Todo ello concluía con algún achuchón y con el establecimiento de la relación familiar que me unía (de ordinario, una relación lejana pero tan real como que estábamos allí) con la persona en cuestión. A mí estos diálogos me hacían una ilusión inmensa, y me mostraba muy orgulloso de ser de la familia de los "raguillas" (que es el mote de nuestra familia en el pueblo, derivado de nuestro apellido (Larraga); el raguilla es el Larraga pequeño).

Hoy treinta y pico años después, debo reconocer que cuando voy al pueblo, a veces todavía me ocurre. Eso sí, cada vez menos porque desgraciadamente la gente mayor nos va dejando, y esto del mote (quieras o no) mantiene una importancia menor que tiempo atrás. Y, por supuesto, me sigue encantando que me pare una persona mayor, y repitamos esta especie de miniceremonia comunicativa. Me siento como el crío rubio ("royo"), tímido y de pocas palabras...y con el mismo orgullo de pertenecer a mi familia (los raguillas). De hecho en un mitin que tuve que presentar hace algún año en el pueblo, me presenté a todo el mundo como Sergio Larraga, el nieto de Manuel el Raguilla y de Luisa, y creo que gustó mucho (especialmente, claro a las personas mayores).

Bueno, pues toda esta exposición de interés familiar-histórico-etnográfico casi propia del National Geographic, viene por algo que, a priori, parece que tiene poco que ver, aunque en mi opinión sí lo tiene. Y es que Chorche (mi cachorro de 8 años) es un apasionado del ajedrez. Le enseñó su primo Diego (a quien tiene como máximo ejemplo para todo), y le encanta. Ha ganado algunos premios, y ayer vino a casa con un supertrofeo (casi más grande que él) porque quedó en segundo lugar en otra competición celebrada en Zaragoza. Además, en primer lugar quedó su amigo y compañero de tableros Ander, con lo cual Chorche está el doble de contento. Y yo me pregunto, ¿a quién puñetas habrá salido este niño? Porque, claro, su madre y su padre solo sabemos mover las piezas del ajedrez (a duras penas), y somos de lo que coloquialmente se conoce como "de letras".

Ayer al mediodía cuando Chorche me enseñó el supertrofeo, me quedé un rato aparte con su madre. Estuvimos reflexionando un minuto sobre lo que os planteaba en el párrafo anterior: ¿de dónde habrá sacado este niño el gusto por el ajedrez y la facilidad que tiene para jugar? Supongo que, con independencia de la herencia genética que queramos o no llevamos dentro, cada uno/a desarrolla libremente su personalidad (siempre y cuando viva en un entorno que así lo permita). Esto hace de cada persona alguien diferente a todos los demás, alguien único/a. Por ello creo que hay que ser tolerante y especialmente respetuoso con la forma de pensar y actuar del vecino/a. En fin, "...el furbol es asín..." que diría alguno, pero traducido "...la libertad es así...", y yo añado "...afortunadamente...".

En definitiva, una pregunta sin respuesta la de a quién ha salido Chorche. Lo único que puedo apuntar es que Chorche en sus campeonatos de ajedrez suele contar con un arma secreta que los demás no poseen: UN AMULETO. Efectivamente, Chorche dispone de un amuleto de la suerte, que se llama Jaime, tiene cinco años y es su hermano (mi otro cachorro). Y es que, Jaime anima a su hermano antes y después de las partidas (a veces, incluso "a grito pelao" en medio de alguna partida). Lo felicita, le dice que no se preocupe si la cosa no sale bien...y creo que haría cualquier cosa para que su hermano mayor ganase (incluso creo que Jaime podría rozar la borrosa frontera del boicot del tablero o de las piezas del contrario...no sé qué pueda pasar cuando tenga unos años más si sigue en la misma línea...(ja ja ja ja...es broma, claro...)...supongo ¿no?).

DESCUBRIMIENTO

DESCUBRIMIENTO

Revisando las fotos del verano, he hecho un descubrimiento: SOY MI HIJO PEQUEÑO!! O, dicho de otra manera MI HIJO PEQUEÑO Y YO SOMOS LA MISMA PERSONA. Efectivamente, hasta ahora sólo había reparado en el gran parecido físico que tenía con mis dos chicos (Chorche y Jaime). También había reparado en que mi hijo mayor (Chorche) y yo, nos parecemos también mucho de carácter. Pero al ver esta foto, me he dado cuenta de que Jaime y yo somos como dos goticas de agua (la clonación creo que se queda corta en nuestro caso: Jaime y yo a su edad, somos exactamente iguales).

MUCHÍSIMAS FELICIDADES!!

MUCHÍSIMAS FELICIDADES!!

El pasado sábado asistí a una celebración muy emotiva. Se trataba de la boda de mi amiga Marta Usón con Goyo, su novio. La ceremonia fue en su localidad natal (Valfarta en plenos Monegros). Estaban guapísimos todos, aunque con diferencia, Marta estaba espectacular. La verdad es que me hizo muchísima ilusión poder asistir a este enlace. Conozco a Marta desde hace tiempo, ya que fue una de mis Diputadas, y guardo una excelente relación de amistad con ella. A Goyo lo conozco también hace algunos años ya (es un tío muy majo).

junio - 032 por ti.

Todos estábamos muy emocionados. Destacaría dos momentos. El primero, que os lo pongo en la foto, cuando Miguel Angel Usón (el padre de Marta, con quien también tuve la gran suerte de trabajar en el Grupo Parlamentario) llevaba a su hija a la iglesia. Estaba muy contento y muy orgulloso. El segundo, cuando le tocó a Marta dar el "sí quiero" y decir las palabras de "Yo Marta, te acepto a ti Goyo como esposo...", Marta se emocionó y le quebró un poquito la voz, haciendo que a todos se nos humedecieran los ojos. Fue fantástico.

junio - 042 por ti.

Nachito firmó como testigo. A la salida de la iglesia, lluvia de pétalos blancos.

junio - 047 por ti.

A Goyo y a Marta, os deseo que seáis muy felices, porque os lo merecéis. Os quiero un montón a los dos. Muchísimas felicidades!!

UN TERCER PUESTO QUE NO ESTA NADA MAL

UN TERCER PUESTO QUE NO ESTA NADA MAL

Chorche ha estado malito esta semana con fiebre y anginas. A pesar de todo, el pasado viernes y también el sabado por la tarde, decidió participar en el torneo de ajedrez del ACTUR que se organizó durantes estas fiestas de barrio. Empezo bastante mal (ganó dos partidas y perdió otras dos) porque el pobre tenía fiebre todavía el viernes. Pero el sábado ya se encontraba un poco mejor y consiguió ganar tres de las cuatro. Esto le proporcionó un meritorio tercer puesto, y sobre todo pasárselo bomba con sus compañeros (por cierto, en el club de ajedrez del ACTUR-Rey Fernando, hay algunos chicos/as que seguro que el dia de mañana nos dan alguna alegría internacional, y si no, al tiempo). Eso sí, Chorche gozó de una ventaja sobre los demás niños,y fue el apoyo incondicional de su hermano Jaime que se se acercaba a la mesa de Chorche cada cinco segundo para ver cómo iba.

En la foto aparecen los dos (Chorche con la cara un poco de haber estado malo estos días), con el trofeo, y unidos por un gran abrazo.

BAUTIZO DE MONTAÑERO

BAUTIZO DE MONTAÑERO

Hace unos días, mi hijo mayor (Chorche) tuvo su "bautismo" como montañero. Hasta ahora, Chorche había realizado conmigo senderos, excursiones a sitios concretos y similares...pero nunca había subido una montaña en sentido literal. Así que su estreno llegó subiendo la Peña Oroel, que es una montaña de acceso sencillo (Chorche tiene ocho años) que protege el flanco sur de la ciudad de Jaca. Es una montaña muy característica, que está rematada por una gran cruz de hierro que, desde la la capital jacetana, se ve como un punto pequeño.

Chorche aguantó perfectamente (me cansé yo más que él), y subimos acompañados de unos amigos. Durante la subida, estuvimos observando los árboles, el cambio de la vegetación en función de la altura, alguna seta, el musgo en las piedras, los efectos del agua en éstas, etc. El día fue estupendo, con mucho sol, temperatura suave y poco viento. En la imagen, aparecemos Chorche y yo junto a nuestro amiguito Tomás, en la cima de la Peña Oroel junto a la gran cruz de hierro que la remata. Fantástico lugar para observar el vuelo de algún quebrantahuesos, águila, etc.

Os adjunto este vídeo que grabé hace algún tiempo sobre la ascensión a la Peña Oroel.

 

JAIME ESTÁ SUPERCABREADO

JAIME ESTÁ SUPERCABREADO

Jaime, mi hijo pequeño de cuatro años, está supercabreado. Más bien está "in-dig-na-dí-si-mo". Y todo por culpa de su mamá. Así se lo hizo saber el otro día. Y es que, Jaime (que aparece en la foto de arriba imitando a un cachorro de foca en la nieve) está asistiendo a un montón de cumpleaños de sus amigos/as del cole, y claro, el otro día se le ocurrió preguntar cuándo era el suyo...Y ya sabéis que Jaime es un poco "tremendo". La cosa discurrió más o menos así:

- Para septiembre, Jaime. Tú cumples los años en septiembre

- Ah, en zetiembre!! Qué bien!!............¿Y cuándo ez ezo?

- Dentro de seis meses

- Ah zeiz mezez.... Entonzez, la zemana que viene no?

- No Jaime, es más tarde

- Pero la zemana zon ziete. Zi faltan zeiz, mi cumple ez la zemana que viene.

- No Jaime, pero la semana tiene siete días, y lo que te falta para tu cumple son seis meses.

- Zeiz mezez? Y ezo cuanto díaz zon?

- Pues unos ciento ochenta

(Desmayo momentáneo de Jaime)

- Pero cómo que ciento ocheinta díaz?

- Ciento "ochenta" Jaime.

- Pero por qué?

- Pues porque naciste en septiembre.

- Cómo que nací en zetiembre? Por qué? (con tono inquisitivo)

- Porque saliste de la tripita de la mamá en septiembre

- Pero bueno, a qué fin? Por qué me tuvizte en zetiembre zi yo no quería nacer en zetiembre? Yo quería nacer ahora en marzo para celebrar mi cumple la zemana que viene!!

- ¿...?

- Muy mal mamá, muy mal... Eztoy muy enfadado contigo por tenerme en zetiembre!! Yo quiero nacer en marzo!!

- Pero Jaime, si tu cumpleaños fue ya en septiembre...Cumpliste cuatro años!! Qué mayor!! (con tono intentando meterte en el bolsillo al pequeño Maquiavelo).

- Cuatro? Encima zolo cuatro? Miz amigoz eztán cumpliendo cinco añoz en marzo, y yo zolo cuatro y en zetiembre?

- Pero cumplirás cinco en septiembre

- Pero falta mucho. Quiero haber nacido en marzo, no en zetiembre!!

En fin, esta fue la causa del enorme cabreo que cogió Jaime con su madre. Afortunadamente, en aquel supuesto yo era un simple testigo que pasaba por allí, y tuve la suficiente suerte como para retirarme del campo de batalla sin que se dieran cuenta ni la madre ni el hijo. Cuando emprendía mi huida, me encontré con mi otro hijo (Chorche, de ocho años) que me dijo:

- Te has librado eh?

Le respondía con una sonrisa entre pícara y descansada.

- Jaime se va un poco del bolo ¿no?

- No hijo, es que es pequeño aún, dije mientras pensaba para mis adentro que del bolo puede que nos vayamos los padres ante estas historias.

Bueno, al día siguiente la cosa se le olvidó a Jaime...aunque tal vez no tanto. Estábamos paseando por la calle y se subió a un bordillo y me dijo:

- Mira papá, que grande zoy!!

Yo, avisado ya de lo ocurrido el día anterio, quise colaborar un poco en la causa, y por eso le dije:

- Es verdad Jaime, qué grande...parece que tengas ya cinco años!!

A lo cual me contestó con cara entre enfadada e incrédula:

- Pero papá...¿ez que no vez que eztoy encima de un bordillo?

Y se fue hablando para sí mismo, poniendo en duda si debería ir al "médico de la vista" porque, evidentemente, parece ser que yo no había visto el bordillo. Ya os digo, de traca.

CRÓNICA DE UNA NOCHE DE REYES (2009)

CRÓNICA DE UNA NOCHE DE REYES (2009)

Bueno, finalmente han pasado otras Navidades, y su punto final ha venido protagonizado por el día de Reyes, jornada en la que es costumbre hacer regalos, sobre todo a los niños que todavía creen en su existencia. Ya os he contado alguna caótica noche de Reyes, y hoy toca hacer lo propio con la pasada noche del 5 al 6 de enero. Para empezar, os diré que esta última noche de Reyes, afortunadamente para mí, no fue tan desastrosa como la de 2007. En general todo ha ido bastante bien, salvo que los regalos estaban en el coche, y hubo que salir hacia las dos de la mañana a por ellos a una temperatura de un grado, y con un viento que tiraba para atrás. Salvando un pequeño susto que, fruto de los nervios, nos dio Chorche (se levantó hacia las tres de la mañana pidiendo agua, pero al final no sólo no bebió sino que únicamente hizo pipí), todo los demás ha ido como la seda.

 Este año ha sido especial por dos razones. La primera porque nuestro pequeño Jaime (cuatro añicos) ya es totalmente consciente de la fiesta de los Reyes Magos. La segunda porque, a diferencia del anterior, nuestro hijo mayor (Chorche que pronto va a cumplir ocho años) comienza a hacer preguntas sobre los Reyes Magos que delatan que, seguramente, éstas serán las últimas Navidades en las que desconocerá la realidad de los Sus Majestades de Oriente.

Efectivamente, Chorche se está haciendo mayor y sus dudas comienzan a asomar. Con Papá Noel, por ejemplo, me preguntó que cómo se llamaban los animales que tiraban de su trineo. "Renos" le contesté. A continuación el con tono de protesta me dijo "...pero si los renos no vuelan...". O con los Reyes Magos, no tiene muy claro cómo en una noche llegan a todo el mundo, y menos con camellos. Claro, que siempre te queda la socorrida respuesta de acudir a la "magia". Pero, claro, al final Chorche (creemos) ya se imagina algo.

rey mago por ti.

A pesar de ello, la ilusión de ambos por sus regalos, el inmenso respeto a los Reyes Magos, sus nervios esa noche...todo ello ha sido igual que otros años. Y eso compensa todo. Este año, tras asistir a la cabalgata de los Monarcas Magos en Jaca, dejaron sus botas junto a la estufa, con una nota a los Reyes escrita por Chorche (Jaime puso su nombre también) en la que dicen literalmente: "Queridos Reyes Magos: os emos dejado comida en la (dibujo de una estufa con chimenea). Feliz 09. Os queremos mucho. Chorche. Jaime.". La comida, como podéis observar en la foto, consistía en tres trozos de pan, tres trozos de kiwi, tres zumos y tres latas de Kas de naranja (la mente de un niño en lo que a comida se refiere es inescrutable).

 

carta por ti.

El primero en levantarse por la mañana ha sido Chorche, quien ha descubierto que los regalos estaban ya allí. Jaime ha acudido (todavía medio dormido) de inmediato. La ilusión asomaba por los ojicos de ambos, junto a exclamaciones y gritos de alegría. Además les ha encantado que los Reyes han escrito también en el papel, y les han dicho que "Habéis sido muy buenos. Os queremos mucho. Gracias por el pan, la bebida y el kiwi.", y les han firmado los tres (guardamos el papel con estos autógrafos).

En fin, pasa otro año, otras Navidades. Un momento de alegría para los niños, y también para recordar a los que ya no están con nosotros (al menos físicamente).

 

JAIME Y LA CÁMARA DE FOTOS

JAIME Y LA CÁMARA DE FOTOS

El otro día Jaime me pidió la cámara de fotos. Le pregunté que para qué la quería. Seguidamente me encontré en una situación de esas medio surrealistas en la que un niño de cuatro años te hace sentirte tonto. ¿Para qué quería Jaime la cámara de fotos? Pues...¡¡para sacar fotos, obviamente!! Así me lo hizo saber de forma vehemente y con cierto grado de incredulidad sobre la razonabilidad de su padre. El caso es que estuvo por ahí, enredando, sacando foto de todo lo que se movía y de lo que no.

Cuando estaba ya un rato "ausente" (es decir, en esos momentos en que los críos obvian que están con más gente, en el mundo, y se abstraen tanto que hablan solos, etc), me di cuenta de que estaba mirando por la cámara, pero al revés (a través del objetivo). Al principio no le otorgué importancia. Pero luego, oí cómo decía en voz bajita: "...Sí...sí ya te veo, estás por ahí dentro al lado de la televisión". ¿¿¿¿????

Me fijé un poco más, y comprobé que pretó un par de veces el botón de disparo, estando con su pequeña nariz casi dentro del objetivo (a ese momento corresponde la foto que os adjunto). En cuanto a la "televisión", parece ser que se refería a la pantalla digital de la parte trasera de las cámaras. Lo que no he podido averiguar es a quién se dirigía del interior de la cámara.

HALLOWEEN

HALLOWEEN

Los tiempos avanzan que es una barbaridad y la noche de Halloween es un buen ejemplo de ello. Cuando yo era niño, no hablábamos de la noche de Halloween, sino de la noche de difuntos y, por supuesto, no le dábamos el sentido festivo que hoy, por influencia americana, se le otorga. No digo que esté bien ni mal, simplemente que los tiempos cambian. Mis chicos han sucumbido a la tendencia de moda, y se han disfrazado para pedir caramelos (Chorche se lo toma más como una fiesta y a Jaime lo que le importan son las chuches, con independencia de ir disfrazado o no).

Recuerdo haber oído hablar a mi padre de que cuando él era niño también era una noche en la que los críos se dedicaban a los sustos, a apuestas para ver quién se acercaba más al cementerio, a las calabazas vaciadas con cara maléfica, etc. Pero en general, la noche de difuntos era una cosa muy religiosa y seria (esto sí que ha quedado actualmente para el día de todos los Santos, mañana, en la que es costubre acudir a los cementerios para recordar a los que ya no están con nosotros).

Como os decía, para mí, de la edad de mis hijos (entre cuatro y siete años) la noche de difuntos era eso, la noche de difuntos. Lo de "jalogüín" era una cosa extraña que salía en las películas americanas, que además no se entendía muy bien, y que consistía en un montón de críos disfrazados pidiendo caramelos a través de una frase rara (trato o truco), en lugar de solicitarlos de una forma normal.

Pero hoy, los críos lo ven normal. Claro que, son otros tiempos. Los críos de ahora son más espabilados, más majos y más abiertos. Son más maduros. Y es que, en el fondo, es normal. A su edad, a mí me molaban los payasos de la tele. A mis hijos les gusta Shakira (y a mí también). A mí el vídeo de Thriller me hubiera dado miedo, mientros que ellos se quedan embobados viendo cómo bailan los zombies. Incluso yo me hubiera asustado con este Thriller indio, mientras que ellos se parten de la risa.

En fin, que son otros tiempos. Por cierto, os dejo otra versión de Thriller, pero de unos alumnos de la universidad francesa IUT, en una secuencia única (sin cortes). Es curioso.

IMÁGENES DEL PASADO

IMÁGENES DEL PASADO

Hace un tiempo os enseñé una de las fotos preferidas de mi colección familiar. Hoy os presento otra de ellas, acompañada además de una imagen similar con una diferencia de más de treinta años. La imagen antigua (portada de post) fue tomada en 1975, seguramente en agosto en la localidad de donde es oriunda mi familia paterna (Ibdes, en la Comarca de la Comunidad de Calatayud).

La fotografía fue tomada en la puerta de la casa de la familia, en la Calle Hospital (la que sube a la iglesia del pueblo que puede advertirse al fondode la foto, sobre las demás edificaciones. Y en ella, aparecemos los primos mayores con los yayos. De pie aparecen Oscar, Eugenia y Manuel Angel (falta Sara, que no estaba este día). Sentados aparecemos los pequeños de los mayores: Beatriz con sus coletas, Araceli al otro lado, y el royo de en medio soy yo.

Con nosotros aparecen el yayo Manuel y la yaya Luisa. La yaya nos dejaría al poco tiempo, dejando solo a mi pobre abuelo. Todos salimos comiendo algo, seguramente preparado por la yaya (la verdad es que no lo recuerdo). La foto me gusta especialmente porque es parte de la historia de la familia: los yayos, los nietos mayores, el pueblo, la casa...

Treinta años después, la realidad ha cambiado mucho. Como os he dicho antes, la yaya Luisa falleció al poquito tiempo de sacar esta instantánea. El yayo esperó algunos años después tras vivir solo en la enorme casa familiar durante un tiempo (no obstante, quiso morir en su pueblo, y así lo hizo). La casa familiar ya no pertenece a la familia, aunque todavía sigue en buen estado y habitada por otras personas. A los nietos mayores (los de la foto más Sara), siguieron los pequeños (Eduardo, Jesús y Alejandro). Y una nueva generación de Raguillas (como llaman desde siempre a mi familia en el pueblo, como diminutivo cariñoso de Larraga) ha nacido, colocando a nuestros padres en la generación de los yayos, y a la nuestra (los primos) como padres. La última incorporación ha tenido lugar, precisamente, hace muy pocos días.

ibdes por ti.

Tres décadas después, soy yo el que enseño a mis hijos sus raíces, a un Chorche curioso y ávido de saber más, y a un pequeño Jaime que observaba todo mientras trabajaba su chupete de forma sonora. Las casas del fondo, también han cambiado un poco, especialmente porque la mayoría de las casas ya solo son habitadas de forma estacional. La carpintería que había enfrente de casa, ya cerró hace muchos años...

Pero el recuerdo sigue vivo, en el mismo lugar donde fue obtenida la imagen original: en frente de nuestra casa (la que fue).

GURRIÓN DE CANALERAS

GURRIÓN DE CANALERAS

Hoy mi chico pequeño (Jaime), cumple cuatro añadas. Está muy contento no solo porque celebra su cumpleaños con sus amigos del cole, sino porque con motivo de este aniversario se siente mucho más mayor. Los que conocéis a Jaime ya sabéis que es un poco "tremendo" (se echa novias de trece o catorce años, le vacila a cualquiera que se le ponga por delante, "mangonea" a los de su edad, le gusta bailar en pelotas por casa…) pero es muy gracioso, muy cariñoso y muy bueno.

También está contento porque el cumple lo va a celebrar en casa de su yayo. Y hablando del yayo, recuerdo que cuando yo era pequeño, mi padre (el yayo de Jaime y Chorche) me llamaba "gurrión de canaleras", que en aragonés se refiere al gorrión que juguetea en los canales de agua de los tejados. A mí me hacía mucha gracia y lo recuerdo con cariño.

Hoy el gurrión de canaleras es Jaime, a quien le gusta también que le llamen así. A veces, incluso, contesta con un "pío pío" y se va dando saltitos por el pasillo. La verdad es que a Jaime le pega esto de ser como un gurrión de caneleras!!

 

P.D. Por cierto, aprovecho para dar a conocer este blog, que igual os suena de algo: El blog de Chorche.

JAIME ESTÁ MALITO

JAIME ESTÁ MALITO

Jaime está malito (nada grave). No es nada importante, pero fastidia un poco que con el calor que está haciendo no pueda bajar a la calle a jugar con sus amigos. Nos lo temíamos ayer por la noche, porque cuando Jaime tiene fiebre, además de la temperatura, obviamente, tiene un síntoma inequívoco: hablar, hablar, hablar como un “cotorro”. Al principio es muy gracioso (si no fuera porque luego se encuentra mal). Y es que Jaime, como su hermano, siempre ha hablado mucho y muy bien, pero cuando le suben unas décimas de fiebre, parece una emisora de radio. No nos deja “meter baza” a ninguno. Gesticula, pregunta, se responde él solo, inicia un tema, se pasa a otro, etc.

Hoy lo he llevado al médico, y le ha recetado un medicamento que en pocos días lo dejará nuevo. Al llegar a casa ya se encontraba un poquito mejor, porque me ha dicho que tenía hambre y que quería una “zananoria” para comer.

Bueno, espero que mañana ya esté mejor.

UNAS CUANTAS FOTOS...

Como ya sabéis, este blog (aunque ofrezco información de los principales acontecimientos políticos y de actualidad de Aragón, y especialmente de las Cortes de Aragón), es personal. Por eso a veces os incluyo algunos post propios, de mi familia, etc. Y éste es uno de ellos. He colgado algunas fotos propias en el blog para que nos conozcamos mejor. Las podéis ver en la barra de la derecha, debajo del reloj y del contador de visitas. Espero que os guste.