HALLOWEEN
Los tiempos avanzan que es una barbaridad y la noche de Halloween es un buen ejemplo de ello. Cuando yo era niño, no hablábamos de la noche de Halloween, sino de la noche de difuntos y, por supuesto, no le dábamos el sentido festivo que hoy, por influencia americana, se le otorga. No digo que esté bien ni mal, simplemente que los tiempos cambian. Mis chicos han sucumbido a la tendencia de moda, y se han disfrazado para pedir caramelos (Chorche se lo toma más como una fiesta y a Jaime lo que le importan son las chuches, con independencia de ir disfrazado o no).
Recuerdo haber oído hablar a mi padre de que cuando él era niño también era una noche en la que los críos se dedicaban a los sustos, a apuestas para ver quién se acercaba más al cementerio, a las calabazas vaciadas con cara maléfica, etc. Pero en general, la noche de difuntos era una cosa muy religiosa y seria (esto sí que ha quedado actualmente para el día de todos los Santos, mañana, en la que es costubre acudir a los cementerios para recordar a los que ya no están con nosotros).
Como os decía, para mí, de la edad de mis hijos (entre cuatro y siete años) la noche de difuntos era eso, la noche de difuntos. Lo de "jalogüín" era una cosa extraña que salía en las películas americanas, que además no se entendía muy bien, y que consistía en un montón de críos disfrazados pidiendo caramelos a través de una frase rara (trato o truco), en lugar de solicitarlos de una forma normal.
Pero hoy, los críos lo ven normal. Claro que, son otros tiempos. Los críos de ahora son más espabilados, más majos y más abiertos. Son más maduros. Y es que, en el fondo, es normal. A su edad, a mí me molaban los payasos de la tele. A mis hijos les gusta Shakira (y a mí también). A mí el vídeo de Thriller me hubiera dado miedo, mientros que ellos se quedan embobados viendo cómo bailan los zombies. Incluso yo me hubiera asustado con este Thriller indio, mientras que ellos se parten de la risa.
En fin, que son otros tiempos. Por cierto, os dejo otra versión de Thriller, pero de unos alumnos de la universidad francesa IUT, en una secuencia única (sin cortes). Es curioso.
1 comentario
Ana Sanz -
El otro día cientos de personas íbamos por las calles corriendo, riendo y disfrutando de lo que para mí es una excusa más para la convivencia entre los vecinos del pueblo.
Un besico