INICIATIVA DEL GRUPO DEL PAR SOBRE BISCARRUÉS
El Partido Aragonés ha presentado en las Cortes de Aragón una proposición no de Ley que insta al Gobierno de Aragón para que se dirija al Gobierno central para que lleve a cabo urgente tramitación y dotación presupuestaria para la construcción del embalse de Biscarrués y el desarrollo de todos los acuerdos adoptados por la Comisión del Agua de Aragón para la regulación del río Gállego, sin nuevos retrasos y en el menor plazo posible.
De la misma manera el PAR pide al Ministerio de medio Ambiente que se reafirme en cuantos acuerdos se han adoptado a favor de la regulación del río Gállego mediante el sistema del embalse de Biscarrués y embalses laterales, como infraestructuras decisivas para el futuro de Aragón. Para Javier Allué, que achaca los retrasos y dudas en torno al proyecto a la falta de voluntad política ministerial demostrada en las cuentas del Estado para 2011 “ los planes e inversiones pertinentes serían una oportunidad de desarrollo y bienestar para todas las zonas de la comunidad afectadas y para los aragoneses que viven en ellas”. Por eso, ha dicho Allué “no vamos a parar hasta conseguir que se cumplan los acuerdos de la Comisión del Agua en Aragón”.
En la exposición de motivos el PAR recuerda que el Gállego es uno de los ríos más significativos y de mayor importancia de Aragón. Su adecuada regulación y el mejor aprovechamiento de sus caudales han formado parte de las expectativas de desarrollo y bienestar para amplios territorios de la comunidad y miles de familias, al menos desde el siglo XVII y con mayor incidencia desde la Ley de Riegos del Alto Aragón (1915) próxima a cumplir un siglo.
El PAR denuncia que las infraestructuras que actualmente abastecen al sistema de Riegos del Alto Aragón no han supuesto la culminación de unos planes que, según la citada Ley, deberían haber concluido 25 años después de promulgada. Para Javier Allué, con este motivo se planteó, a partir de los años 70, la construcción de una nueva pieza de regulación que completara con 192 hectómetros cúbicos de capacidad desde el entorno de Biscarrués, la disponibilidad ofrecida por el embalse de La Sotonera, entre otros. Aquella misma intención, continua, fue incluida en el Pacto del Agua de Aragón de 1992 y declarada obra de interés general ese mismo año. Tras una lenta tramitación y tibio impulso político desde la administración competente, el proyecto (de 192 hectómetros) superó incluso la evaluación de impacto ambiental.
Con todo y así las cosas, el Partido Aragonés señala que, la mencionada contestación, las paralizaciones, la nueva sensibilidad social sobre el impacto de estas infraestructuras o la decisión de todas las partes implicadas por concitar el mayor consenso posible, condujeron a un arduo esfuerzo de análisis, y entendimiento, que culminó en el verano de 2006 con el acuerdo adoptado por la Comisión del Agua de Aragón (sin votos en contra), avalado por el Gobierno y las Cortes aragonesas. Este acuerdo, recuerda Allué, “formulaba la opción de reducir la capacidad del embalse hasta 35 hectómetros cúbicos, evitando la inundación de cualquier localidad, promoviendo un respetuoso y amplio plan de desarrollo y la construcción de otras piezas complementarias de regulación. El Estado y la administración central, a través del Ministerio de Medio Ambiente, asumió la propuesta con el anuncio de su ejecución en el menor plazo factible”.
Desde aquellas fechas, finaliza el portavoz parlamentario “nuevamente se ha acumulado un retraso tras otro y el consiguiente incumplimiento de plazos comprometidos”. La reciente filtración de informes contradictorios del organismo al que el Ministerio encargó estudios sobre impacto ambiental, ha supuesto inconvenientes añadidos y la perspectiva de posibles nuevos aplazamientos, así como la aparición de la sombra de un descarte definitivo para ese nuevo embalse y por ende, para las insoslayables esperanzas y aspiraciones de muchos aragoneses.
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