REAPERTURA DEL CANFRANC. TRAVESÍA CENTRAL DEL PIRINEO
Esta mañana, el Pleno de las Cortes de Aragón ha conocido la comparecencia del Presidente del Gobierno de Aragón al objeto de informar sobre el contenido y resultados de la reunión celebrada el pasado día 15 con el Ministro de Fomento, así como de las discrepancias existentes sobre los compromisos adquiridos por este último, en relación con las infraestructuras a realizar en los próximos años en nuestra Comunidad Autónoma. Dicha comparecencia fue solicitada por el Grupo Popular, y en la misma han intervenido (además del Presidente) los representantes de los diferentes Grupos Parlamentarios (por parte del PAR, Miguel Ferrer).
El debate ha sido interesante y largo. Se han entrado en materias diferentes. De todas ellas, yo me quedo con la ansiada reapertura del Canfranc y la Travesía Central del Pirineo. Como ya sabéis se trata de dos vías de comunicación transfronteriza que pondrían en contacto a España y Francia a través de Aragón. En el primero de los casos, se aprovecharía la infraestructura (con algunos cambios, lógicamente) que el ferrocarril utilizó hasta hace algo más de 30 años, cuando el incidente del Puente de l’Estanguet dio al traste con la línea internacional. En el segundo de los casos, se pretende la permeabilización del Pirineo a través de un túnel de baja cota.
El Presidente ha ofrecido algunos datos que permiten mirar con esperanza el futuro. Es cierto que surgen avances de colaboración entre los dos Estados, que hay partida presupuestaria estatal para los estudios de la travesía central, y que en la parte aragonesa la línea del Canfranc ha sido y es objeto de inversión pública para su mejora y trazado. Personalmente reconozco estos logros, pero por otro lado tengo una sensación de que falta más reivindicación, más presión. Los actuales pasos por Cataluña y País Vasco están cercanos al colapso. No pueden absorver más tráfico. La solución, que también beneficia al arco mediterráneo (e incluso a países como Marruecos) pasaría por un paso ferroviario por Aragón, compatibilizando Canfranc y Travesía Central. Es el camino más corto, el menos saturado y, eso sí, tomando todas las medidas medioambientales pertinentes. Por lo tanto, no se trata de algo de interés regional entre Aragón y Aquitania. No es así. O no es sólo así. Por supuesto que los principales interesados serán estos dos territorios. Pero al repercusión favorable socioeconómica se extiende mucho más allá. Por ello debemos insistir en su interés estatal y europeo.
Desde otros lugares comienzan a moverse para competir en estos pasos (nuevos accesos, vías marítimas, etc). En Aragón no podemos quedarnos atrás. Necesitamos el absoluto apoyo del Gobierno central español y del ejecutivo galo. Espero que los avances en esta materia estratégica para Aragón sigan desarrollándose, a mayor velocidad y con mayor contundencia.
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