CORRE PELIGRO EL DESDOBLAMIENTO DE LA N-232 Y LA N-II

El Ministro de Fomento (José Blanco) ha anunciado retrasos y aplazamientos sine die en aquellos lugares donde estaban proyectadas autovías, siempre que existan ya autopistas. Estos recortes afectan directamente a Aragón, y muy concretamente al desdoblamiento de la A-68 y la A-II. Esta afirmación supone un nuevo recorte en infraestucturas aragonesas. Los municipios afectados ya han puesto el grito en el cielo. Por su parte el Portavoz del PAR en las Cortes de Aragón, Javier Allué ha dicho algo que puede sonar a evidente, pero que tiene bastante más fondo del que pueda parece a priori, y es que si las obras estuvieran hechas (en este caso los desdoblamientos) no sería posible realizar recortes en estos aspectos. De manera que la situación que tenemos ahora debido a los retrasos en la ejecución de las mismas es que ni tenemos las obras hechas (que deberían estar hace años), ni tenemos garantías de que se vayan a llevar a cabo con la urgencia que se debería.

De la misma forma, Allué ha puesto sobre la mesa algo muy importante como es la seguridad en las carreteras. Efectivamente, cuando desde Aragón pedimos un desdoblamiento en una carretera u obras de otro tipo, no es por pedir algo de forma crematística o por mantener una reivindicación ante el Gobierno central. Detrás de cada petición existe un por qué, y en este caso se trata de un tema tan sumamente grave como la cantidad de accidentes de tráfico, víctimas mortales y heridos que se producen en algunas vías que necesitan mejoras y modificaciones urgentemente.