LA MUELA
Desde que inicié mi blog he intentado ser tremendamente respetuoso con todo el mundo, y especialmente con las otras opciones políticas que compiten con mi partido en el ámbito electoral. Creo que lo he conseguido. Siempre he intentado dar en mis post un mensaje positivo, sin quedar exento de la actualidad (de hecho el título del blog es "Comentarios sobre la Actualidad de Aragón", inspirado (por supuesto sin ningún ánimo de igualarme con el insigne cronista) en el título de Jerónimo de Blancas "Aragonensium Rerii Comentarii"). Evidentemente el tema de absoluta actualidad hoy es el presunto caso de trama urbanística que se ha denunciado en La Muela. He estado pensando si debía escribir sobre este tema o no. La duda me asaltaba por dos razones. Por un lado, es evidente que el tema está en la portada de todos los medios de comunicación (por lo tanto su actualidad es innegable). Por otro lado, me resulta muy difícil aportar algo porque creo que no conozco personalmente a la Alcaldesa de La Muela, ni tampoco la localidad ni la gestión municipal realizada (de La Muela, sólo sé lo que la gran mayoría de los zaragozanos que utilizamos la carretera nacional que pasa a su lado para acudir a Madrid o Calatayud: el paisaje de los molinos para producir energía eólica, y esos pozos de agua restaurados que se ven desde la carretera).
Así que, aunque finalmente este post pueda parecer un tanto vago, creo que debo escribir unas líneas sobre mi opinión, aunque solo sea para abrir la posibilidad de que los lectores puedan hacer los comentarios que quieran, y también para cumplir honestamente con la finalidad de este blog.
Empezaré diciendo que el desarrollo de la localidad de La Muela ha sido espectacular en los últimos años. Igualmente, el respaldo electoral de los votantes de esta localidad a las candidaturas de María Victoria Pinilla ha sido una constante. Se trata de dos hechos totalmente objetivos. A continuación, y ante la gravedad de las acusaciones y mi desconocimiento real sobre el tema, creo que lo primero es lo primero: es necesario tener paciencia y prudencia. Por supuesto que todo es opinable (todo DEBE ser opinable), pero el respeto a la presunción de inocencia debe primar por encima de todo. Creo que los medios de comunicación se están ocupando de este tema con un gran respeto a este principio, y que el tratamiento que están realizando es absolutamente profesional y objetivo (como, por otra parte, nos tienen acostumbrados de forma habitual). Desconozco la acusación formal y definitiva (evidentemente, cuando fiscalía y policía toman este tipo de medidas es que, al menos, tendrán indicios de algo), pero aunque suene a tópico, a frase hecha, o a giro realizado por deformación profesional, la presunción de inocencia supone que nadie es culpable de nada hasta que no resulta probado y declarado por el Juez. Esta afirmación no supone ni defender ni atacar a los imputados. Simplemente se trata de una garantía constitucional. Por lo tanto, es necesario que este tema se trabaje por parte de los servicios judiciales y de los abogados, se aclare y si ha lugar a sanción o pena, se ejecute. Y de la misma forma, si del procedimiento judicial se deduce que los presuntos implicados son inocentes de los cargos de los que se les acusa, entonces la Justicia también deberá actuar resarciendo a éstos. Ya sé que suena a poco lo que digo, pero objetivamente en estos momentos no se puede decir más.
Se me ocurre también realizar dos peticiones. La primera, realizada en el párrafo anterior: paciencia y respeto (no prejuzgar el caso, sin perjuicio por supuesto de poder obtener toda la información que sea posible y de la libre opinión a partir de ésta). Imaginemos por un momento que se declarara la inocencia de los implicados (ya ha habido algún caso reciente en España en que, en un ámbito diferente del político, alguna persona ha sido declarada inocente tras ser previamente acusada). La segunda, en cualquier caso, y sea cual sea el resultado final, creo que de plena justicia distinguir entre el todo y la parte. En este sentido, hay que huir de generalizaciones por injustas. Ni todos los españoles son toreros, ni todos los aragoneses llevamos boina, etc. Es decir, que en política (como en todos sitios) hay de todo. Hay gente muy mala, es cierto (y, por favor, con ello no me estoy refiriendo a este presunto caso concreto ni indirectamente), gente que "utiliza" la política. Gente que tiene un concepto de la política casi patrimonial. Gente que, en definitiva, no deberían estar en politica. Gentuza. Esto es cierto, y pasa en todos los partidos (quien diga lo contrario, no sabe lo que dice). Pero no es menos cierto que en política también hay gente muy muy muy buena, muy responsable, muy honesta y muy trabajadora. Gente que cree que la política es un medio ideal para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Gente que confía en la política para mejorar la sociedad. Gente que cree en su mensaje. Y por todo ello, no es justo generalizar en la política ni en el interior de ningún partido (lo mismo que no hay que realizar comentarios generalizadores en ningún ámbito de la vida social).
Hace pocas fechas, leía un buen post en el blog de mi compañera y amiga Ana Sanz titulado "El sentido de la política". Decía Ana que "...Se ha desprestigiado tanto la imagen pública de los políticos que hemos llegado a un punto en el que nadie cree en la política. Los fracasos absolutos que salen de unos partidos y de otros evidencian que, en este oficio hay de todo y, como en todas partes también hay gentuza...". Y tiene toda la razón del mundo. Os recomiendo que leáis su reflexión, la reflexión de una política sobre la política.
Creo que los partidos políticos deben librarse de ese tipo de gente que malogra los objetivos reales de la política. Es cierto, los partidos políticos tenemos que expulsar a ese tipo de gente que, lejos de moverse por defender una ideología concreta, está en política por interés personal, por lucro, por crearse un "cortijo", etc. A esta gente, que lo mismo le da estar en un partido que en otro porque (repito) la ideología la colocan en un segundo plano (siendo optimistas, claro), hay que alejarla de la política. Y por elevación, creo que esta labor no solo es trabajo de los partidos políticos, sino de la sociedad en general.
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