NAVEGAR POR INTERNET CON SEGURIDAD
Es una obviedad que internet ha revolucionado muchos aspectos de nuestras vidas. Efectivamente, la red nos ha proporcionado una ingente cantidad de herramientas que nos han servido y nos sirven para desarrollar diferentes ámbitos de nuestra personalidad. En primer lugar, la red es un instrumento magnífico de comunicación, y ha permitido facilitar mucho el contacto entre las personas. Lo que antes era un contacto puntual y difícil a través del teléfono o del correo ordinario entre familiares o amigos entre los cuales distaba una distancia considerable, hoy se ha convertido en algo casi cotidiano a través de los correos electrónicos, las redes sociales, los foros, los chats, etc. En el ámbito de la comunicación y de la información internet también ha cambiado incluso los hábitos de consumo de los ciudadanos: se ve menos televisión y se está más en la red, los periódicos han abierto sus ediciones digitales actualizadas casi en tiempo real, las radios (con sistemas como el podcast y otros) han ampliado su espectro de oyentes y está en vías de convertirse en una "radio a la carta".
Si en el ámbito de la comunicación el avance es evidente, lo mismo que en el personal (entorno familiar, ocio, amistad, etc), en el ámbito laboral internet también está jugando un papel muy importante. Efectivamente, somos muchos los que usamos la amplísima variedad de información disponible en la red. Instituciones, asociaciones, foros, estudios...todo está disponible para seleccionar y estudiar.
Pero, como ocurre en cualquier otro asunto, no todo es bueno en internet. Existen algunas deficiencias que deben solucionarse, aunque lograr una resolución aceptable parece harto complicado. Uno de los problemas es el origen de la información, es decir, no todas las webs son "fiables" en su contenido. Esto es normal ya que junto a las páginas institucionales y oficiales (pongamos por ejemplo, un ministerio, una institución europea, un instituto de estudios, etc) en los que la información sí es veraz, hay otras webs que pueden incluir más opiniones que información (de forma deliberada o no) o incluso información sesgada.
Sin embargo, para mí el principal problema no es tanto el anterior que, más o menos, puede controlar el usuario con cierta facilidad, sino la existencia y el acceso a determinados contenidos no deseados. Y no me refiero a realizar una búsqueda pongamos sobre la palabra "banco" referida a mobiliario de jardinería, y que en cambio accedas sin querer a una web de un "banco" de carácter financiero. Estos errores son normales, y fácilmente subsanables. A los contenidos no deseados me refiero a los de carácter violento, los que fomentan conductas perjudiciales para la salud (anorexia, bulimia, etc), a los contenidos de caráter pornográfico, a los que pueden fomentar el consumo de drogas, o a otros que presuntamente pudieran vulnerar el derecho a la intimidad de las personas, tal y como han puesto de manifiesto algunas organizaciones e instituciones.
Evidentemente, si a lo anterior añadimos que el internauta, puede ser un menor de edad, el tema se agrava más. No obstante, el problema afecta tanto a menores como a mayores de edad, ya que nadie está libre. Y es que, el control de determinados contenidos es muy complicado en una red global (web con domicilio en otros países, diferente normativa, dificultad de control, etc), en el que acceder a una web es tan fácil como pretar una tecla. Pongamos un ejemplo, real. Si en un buscador quisiéramos encontrar información sobre el XXXº Congreso de no sé qué entidad, tenemos bastantes números de que el número romano "XXX" sea interpretado como contenido pornográfico y se convierta en un listado de webs no deseadas. Este ejemplo es bastante evidente, pero el resultado puede ser parecido con búsquedas de términos que ni por asomo pudieran hacer pensar a priori en resultados raros. También resulta sorpredente la moda que se ha instaurado en los últimos años entre algunos grupos de adolescentes que se dedican a grabar con móviles peleas y situaciones similares, para colgarlas luego en internet. Es, en definitiva, el mal uso que se hace de internet y que es necesario atajar.
Efectivamente, las asociaciones especializadas en estas materias denuncian la existencia de webs que fomentan conductas entre los adolescentes que causan desórdenes alimenticios. También el acoso a través de la red a los menores o la existencia de pornografía infantil son campos de batalla de estas organizaciones. Incluso las drogas parece ser que también han encontrado en algunas webs un lugar para ser fomentadas.
Para luchar contra todo ello, algunas organizaciones editan guías y webs con consejos para una navegación segura. Especialmente para los menores, pero aplicables para todos. Podréis encontrar varios enlaces pinchando aquí. También ofrecen información muy valiosa para padres y profesores. También os dejo este enlace a una guía que en su día editaron Gobierno de Aragón y Justicia de Aragón.
0 comentarios