Blogia
COMENTARIOS SOBRE LA ACTUALIDAD DE ARAGON

CARTA ABIERTA A JAIME (y vídeo)

Me ha dejado mal sabor de boca el artículo anterior en el que me he referido al sufrimiento de tantas personas por causa del terrorismo, las guerras, etc. Os adjunto este post (al principio no lo iba a incluir, pero bueno...) para leer algo más bonito. El otro día fue el cumpleaños de mi hijo pequeño Jaime. Cumplió tres añitos. Además de un camión y unos coches, le he regalado un papel con unas letras que os reproduzco a continuación. Se trata de un simple escrito, un papel, en el que quiero expresar cuánto le quiero. No lo conseguí. Las palabras escritas a veces se quedan muy cortitas para expresar los sentimientos. Por cierto, también os adjunto un pequeño vídeo de Jaime en plena acción (cantando una jota con dos añitos). Bueno, aquí va:

"Hola chiquitín. Hoy cumples nada más y nada menos que tres añitos, y esta carta es parte de tu regalo de cumpleaños (…además del camión con coches que elegiste el otro día en el Toy R Us, claro…no te preocupes que no me he olvidado).

 

De mayor, cuando leas esta carta que te guardo, pensarás que puede ser un tópico, pero es verdad, cariño: Qué rápido pasa la vida. Recuerdo como si fuera ayer la primera vez que nos vimos las caras. Era una fresca mañana de un 7 de septiembre, hacia las 8 de la mañana en la sala de partos de una clínica. Todo fue muy rápido…pero muy bonito. Saliste de la tripita de mamá, y lo hiciste, creo yo, casi con serenidad, como quien hubiera pasado por ese trance cuatro o cinco veces ya. De hecho, casi no lloraste. Ya mostraste nada más estrenar tu vida independiente, que lo tuyo es afrontar las situaciones de frente. Todo carácter (…y qué carácter).

Te pusieron sobre el pecho de mamá, y recuerdo que, en aquel instante, cuando ya había pasado el momento difícil del alumbramiento, pusiste cara de protesta: "…Pero qué lío estáis montado aquí, con lo cómodo y tranquilo que estaba allí dentro?…Y toda esta gente quién es?…Pero traedme algo de comer, hombre, que llevo un hambre encima que no veo!…Pero bueno, dónde está el cordoncito éste de la comida de mamá…Sí hombre el que me conecta con el ombligo…Pero…pero…¡¡Si no está!!…¡Oh Dios mío, lo ha debido romper el tío ese de la barba! Pero de dónde han sacado estos salvajes…Les denunciaré!! Nadie rompe mi cordón umbilical y se va tan campante…Con la experiencia que tengo yo en los juzgados acompañando a mi mamá a todos los juicios que hemos hecho juntos…Vamos…". Pero de llorar, nada.

 

Yo te dí un besito en la frente. Nos miramos fijamente por espacio de dos o tres segundos. Me imagino que pensaste algo así como "…Así que tú eres el que respondía a mis pataditas en la tripita de mamá por las noches ¿eh?…". Yo recuerdo que me dije "…Así que tú eres el que pegaba las pataditas dentro de la tripita de mamá por las noches ¿eh?…".

 

Han pasado tres años desde esa bendición con la que Dios quiso premiarnos a tu madre y a mi. Pero como te decía, mi vida, ¡cómo pasa el tiempo! Ayer fue ya tu primer día de colegio. Y allí, en el cole, como no podía ser de otra forma, te comportaste como lo haces siempre ante cualquier eventualidad: con la valentía que has heredado, sin duda, de tu madre. Sin llorar. Sin querer entrar de la mano de nadie: tú solito. Portándote genial. Sin cortarte. Tal vez con algo de temor, pero dominando la situación. Haciendo que algún compañero de clase, un poquito más triste, se sintiera seguro y bien contigo al lado. Con esa valentía que te llevará muy lejos en esta vida.

Pero además de ser un "tío" valiente, ya estás aprendiendo a ser una persona responsable, buena, que no quiere hacer daño a nadie, que sabe que hay que ayudar a todo el mundo (…claro,claro…especialmente al tato, que en tu pequeño mundo es una referencia). Lo tienes todo. Eres valiente, y eres muy bueno. Y con el tiempo aprenderás que las dos cosas hacen falta. Porque ser buena persona sin ser valiente, te lleva a algunos sitios, pero otra gente no te dejará en paz. Y ser valiente sin ser buena persona, es ser un pobre hombre.

Pero no te pienses que eres el único. Yo también lo tengo todo. Y no porque sea valiente (que seguramente no lo seré). Tampoco porque sea buena persona (que lo intento, aunque no llegue a conseguirlo suficientemente). Lo tengo todo porque te tengo a ti. Os tengo a vosotros.

Muchas felicidades, mi amor. Sigue cantando las joticas que te enseña la yaya (como en el vídeo que os adjunto). Sigue jugando con tu hermano hasta que caigáis rendidos. Sigue corriendo por la casa partido de la risa desnudo de cintura para abajo, con tu madre detrás con el calzoncillo en ristre encorriéndote. Sigue confundiendo las fotos de pequeño de papá con tu propia imagen. Sigue disfrutando de la vida.

Te quiero muchísimo."

Y ahora...el vídeo. Se ve un poco mal, no lo he querido mejorar, pero lo importante es oir lo bien que canta.

0 comentarios