PLENO DE LAS CORTES DE ARAGON. APROBADA LA LEY DE REGULACIÓN Y FOMENTO DE LA ACTIVIDAD INDUSTRIAL

Las Cortes de Aragón han aprobado la Ley de regulación y fomento de la actividad industrial de Aragón. El Diputado del PAR, Antonio Ruspira, ha calificado de auténtico hito histórico aragonés el hecho de que este texto legal haya contado con el sólido apoyo de 57 de los 67 Diputados del Parlamento aragonés, en un momento de especial confrontación política entre los dos partidos de índole estatal (PP y PSOE). Por ello, el Diputado aragonesista (coordinador de la ponencia) ha agradecido este gesto a ambos así como a los propios Diputados del PAR (que lógicamente, también han apoyado este proyecto de ley), considerándolo una buena noticia para el sector industrial aragonés y el desarrollo económico de nuestra Comunidad Autónoma.

El Proyecto de Ley ha sido presentado por el Consejero de Industria, Comercio y Turismo Arturo Aliaga. En términos generales, la Ley hoy aprobada tiene por objeto establecer el marco regulador de la actividad industrial en Aragón y el fomento de la misma, en el ámbito de las competencias atribuidas a la Comunidad Autónoma por su Estatuto de Autonomía. Tal y como indica la exposición de motivos de este texto, "más de una quinta parte de la riqueza generada en Aragón procede de la actividad industrial, incluyendo la energía, dato que se halla por encima de la media nacional, lo que demuestra la mayor especialización e intensidad de la actividad industrial en el tejido económico aragonés. En cuanto al mercado laboral, la industria representa la cuarta parte del empleo total, porcentaje superior al resto de empleo industrial en España. La industria aragonesa está en evolución, con una progresión evidente hacia sectores de fuerte valor añadido."

El texto legal hoy aprobado por las Cortes de Aragón, persigue los siguientes fines: la promoción del progreso y la cohesión social, incentivar la creación de empleo de calidad y riqueza conforme al principio de desarrollo sostenible, la aceleración de la adaptación de la actividad industrial a los cambios estructurales, el impulso a la mejora de la competitividad, garantizar la seguridad de las personas, de los bienes y del medio ambiente, así como el fomento de la calidad, el diseño, la investigación, el desarrollo y la innovación en relación con la actividad industrial creando para ello un entorno favorable a la misma y, por último, la determinación del régimen de responsabilidad en materia de actividad industrial.