LAS LENGUAS, DE NUEVO EN LAS CORTES DE ARAGÓN
El Pleno de las Cortes de hoy ha debatido y votado una moción sobre el desarrollo de la denominada ley de lenguas. La verdad es que casi todo ha sido un tanto extraño. Os explico, la moción fue presentada por el Grupo Popular (precisamente uno de los grupos que se opusieron a la propia ley), desde el PAR hemos presentado dos enmiendas que finalmente han sido aceptadas a pesar de que se había llegado a transacciones, el Grupo de Chunta ha votado en contra (cuando apoyó la ley) y el Grupo Socialista ha sido objeto de alguna advertencia por parte del Grupo de Chunta. Todo ello, aderezado con cierto lío a la hora de votar, con desacuerdos incluso a la hora de permitir votaciones de los puntos por separado o de votar transacciones (circunstancias poco usuales en las Cortes de Aragón). De nuevo, queda claro que la ley no fue consensuada suficientemente, y esto (que algunos ya advertimos claramente antes de su aprobación) no es nada bueno para una materia tan importante como son las lenguas.
Lógicamente, todas las posturas tiene matices, pero más o menos la cosa ha sido así. El Grupo Popular presenta la siguiente moción:
"...Las Cortes de Aragón instan al Gobierno de Aragón a:
1.— Adoptar las medidas oportunas para impedir la desaparición de las modalidades lingüísticas de Aragón con el argumento de normalizar el variado patrimonio aragonés bajo la fórmula de dos únicas lenguas propias: el aragonés y el catalán.
2.— Elaborar y presentar en estas Cortes, en el plazo de tres meses, un estudio económico del desarrollo y aplicación de la Ley 10/2009, de 22 de diciembre, de uso, protección y promoción de las lenguas propias de Aragón.
3.— Dotar de medios de financiación suficientes desde el Gobierno de Aragón a las Administraciones Locales, para dar cumplimiento a lo previsto en la Ley 10/2009, de 22 de diciembre, de uso, protección y promoción de las lenguas propias de Aragón.
4.— Reestructurar la plantilla del Departamento de Educación, Cultura y Deporte, de tal forma que la creación del nuevo órgano administrativo adecuado para la aplicación de las previsiones contenidas en la Ley 10/2009, de 22 de diciembre, de uso, protección y promoción de las lenguas propias de Aragón (D.A. quinta), no suponga en ningún caso un incremento de la plantilla de personal.
5.— Dar cuenta a la Comisión de Educación, Cultura y Deporte de las Cortes de Aragón, de cuantas disposiciones sean precisas para el desarrollo de los artículos números 22 y 23, referentes a la enseñanza de las lenguas propias y uso curricular, de la Ley 10/2009, de 22 de diciembre, de uso, protección y promoción de las lenguas propias de Aragón...".
El punto de partida del Portavoz Popular era sus dudas sobre la debida protección de las modalidades lingüísticas, así como una falta de especificación presupuestaria para el desarrollo de la ley. A mí me ha llamado la atención que el Grupo Popular esté tan preocupado por desarrollar una ley que no quiere (de hecho el Portavoz Socialista le ha agradecido que reconozca el binomio lingüístico catalán/aragonés), aunque es cierto que jurídicamente la ley es vinculante (es ley, y punto, si bien políticamente suena rara esta posición). Después ha especificado que la moción realmente es una iniciativa de control del gobierno (no le falta razón, pero en mi opinión una moción tiene un dosis sustancial de impulso político).
Desde el Grupo del PAR hemos presentado dos enmiendas, desde la perspectiva jurídica de que la ley es vinculante y que el desarrollo de la misma ha sido traído a las Cortes por parte de otro Grupo Parlamentario (el Popular). Por lo tanto, el sentido común aconsejaba llegar a alguna posición de equlibrio entre los extremos. La primera enmienda decía lo siguiente:
"...Sustituir el apartado 1 de la moción por el siguiente:
“1.- Adoptar las medidas oportunas para preservar las modalidades lingüísticas de Aragón, incluyendo en las normas y reglas de uso de las lenguas propias las variedades locales de nuestro rico patrimonio que han perdurado a lo largo de los siglos.”
A priori ha sido aceptada por el Grupo proponente. En cuanto a la segunda enmienda del PAR, su finalidad era unificar los puntos dos y tres, añadiendo además de "financiación" que se garantizaran el resto de "recursos". Esta segunda enmienda en principio no ha sido aceptada por el Grupo Popular, si bien ha expresado una transacción que era aceptada por el Grupo del PAR y creo que también del socialista (digo "creo" porque al final no se ha votado).
El Grupo de Izquierda Unida se ha mostrado contrario a la moción, esencialmente porque consideraba a esta moción como parte de la campaña contra la ley que ha desarrollado el Grupo Popular en los últimos meses.
El Grupo de Chunta se ha mostrado en principio con disponibilidad para llegar a acuerdos en algunos aspectos con las enmiendas presentadas por el PAR (con alguna reticencia en cuanto a las funciones de las academias que tal vez le hubieran hecho optar por la abstención en algún caso), y su Portavoz ha expuesto que la moción denotaba un cambio de criterios en el Grupo Popular en relación a las lenguas. Y a partir de aquí, las cosas han seguido el camino que os cuento. En la exposición de Chunta, su Portavoz ha lanzado una advertencia al Grupo Socialista, en el sentido de que en su opinión las academias no norman sobre las modalidades lingüísticas, sino sobre las lenguas (aragonés y catalán).
El Grupo Socialista ha coincidido con el Grupo de Chunta en entender que las modalidades lingüísticas se encuentran ya protegidas en el texto de la ley. En cuanto a la financiación y al estudio económico ha dicho que primero se tiene que establecer el mapa territorial de aplicación concreta.
Más o menos éstas eran las posiciones de partida. De todo el conjunto del debate, el contexto que yo he advertido ha sido todavía de mucho enfrentamiento y desconfianza. Tal vez lo mejor de todo haya sido nuestras enmiendas que buscaban (y han logrado finalmente) llegar a acuerdos en el desarrollo de la ley, una vez que este tema había sido traído al Parlamento por el Grupo Popular.
Pero, a partir de este momento se han precicipitado los acontecimientos. En principio, si todo hubiera sido "normal", la enmienda 1 del PAR hubiera sido aceptada sin más (al menos mayoritariamente), la número 2 transaccionada, el punto 3 en consecuencia eliminado, y los puntos 4 y 5 aceptados, a pesar de que sobre el último se han expresado dudas por parte de varios Grupos. Todo ello en términos generales, porque Chunta había pedido votación separada por puntos (lo cual indicaba que su voto iba a ser diferente según los puntos, es decir absteniéndose, apoyando o votando en contra en función de cada punto, no en conjunto).
Se ha concedido un pequeño receso para llegar a los acuerdos de las transacciones, y se ha vuelto al hemiciclo con una propuesta concreta. Todo parecía que, aun cuando había habido cierta crispación, iba a acabar todo "bien". En ese momento, Chunta ha pedido votación separada por puntos (estaba en su derecho, y además parecía lógico). El Presidente lo ha ido a conceder, pero entonces el Grupo Popular se ha opuesto a este tipo de votación, ya que quería votación en conjunto (también en su derecho, aunque es cierto que normalmente las votaciones separadas se permiten por parte de los Grupos). Al Presidente de las Cortes no le ha quedado más remedio que convocar la votación en conjunto (si el PP se oponía, no podía haber votación separada). Como respuesta a la negativa del Grupo Popular, el Portavoz de Chunta se ha negado entonces a que se pudieran votar las transacciones a las que se habían llegado en el receso, exigiendo votación literal (es decir, o la moción originaria, o con las enmiendas presentadas literalmente). En este sentido, Chunta también estaba en su derecho de solicitarlo (aunque tampoco es usual en este Parlamento), y así ha pagado al Grupo Popular, como se dice en la calle, con la misma moneda.
Esta situación ha provocado dudas incluso de aplicación del Reglamento, porque creo que en Pleno no se había dado nunca (tal vez en alguna ocasión en Comisiones, sí). Finalmente, tras muchas dudas, se ha decidido que se votaba en su literalidad (como decía Chunta), pero conjuntamente (como pedía el Grupo Popular). Claro, esto ha sido un poco desconcertante, y de hecho ha obligado entonces al Grupo Popular a aceptar también la segunda enmienda del PAR, que suponía modificar el punto 2 y eliminar el punto 3. Por último, la votación conjunta, ha hecho que sobre el punto 5 algunos grupos que se mostraban de acuerdo con el fondo, pero no exactamente con la forma, votaran a favor.
La votación al final, ha recogido el siguiente resultado. Votos a favor, 53 (PP, PAR y PSOE). Votos en contra 5 (CHA e IU). Con ello, los dos grupos que votaron a favor de la ley de lenguas votaban por separado esta moción de desarrollo de la misma (el PSOE a favor, y CHA en contra). El Grupo Proponente (el PP) presenta la moción sobre una ley que votó en contra. Tal vez lo más coherente haya sido la postura del PAR (y lo digo sinceramente desde un punto de vista lo más objetivo posible para mí), buscando un término de equilibrio a través de las enmiendas que finalmente han sido aceptadas (aunque una de ellas realmente era objeto de transacción). Ha habido reproches de unos contra otros, y también alguna puyita entre CHA y PSOE.
En fin, como digo, todo con matices. Todos querrían explicar que no ha sido exactamente así, que ellos tal y que los otros cual. Pero finalmente, esto es más o menos lo que ha pasado. Y esto es una prueba muy evidente de lo que dije en su día y en lo que me sigo manteniendo: una ley tan importante como es la de lenguas, debería haber sido objeto de un consenso mucho mayor. Yo solo espero que al final impere el sentido común...por el bien de las lenguas.
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lorenzo -