SAN VALERO

El 29 de enero es un día festivo en la ciudad de Zaragoza, ya que celebramos la fiesta del patrón de la ciudad: San Valero. Dice la tradición que Valro nació en el siglo III en el seno de una familia ilustre de la propia ciudad de Zaragoza, llegó a ser Obispo de la misma en el año 290. Falleció en su destierro a una localidad cercana a Barbastro (Enate) condenado por el imperio romano el año 315. Algunas de sus reliquias (cráneo y un brazo) fueron trasladadas desde el Monasterio de Roda de Isábena (donde descansaron en un principio) a la ciudad de Zaragoza.
Con motivo de esta festividad, es costumbre en Zaragoza un postre, llamado Roscón, que como su propio nombre indica, tiene forma de “rosco” (de círculo u óvalo) y consiste en una masa pastelera normalmente rellena con nata montada (o sin ella, para mojarla en chocolate). La masa cocida está salpicada con algunas guindas o dulces. Característico del roscón es la “sorpresa”, es decir un regalito escondido entre la nata o la masa, que permanece oculta hasta que alguien “se la encuentra” (se supone que la persona afortunada debe pagar el roscón, aunque en esto lógicamente hay plena libertad).
A la figura y festividad de San Valero, a veces se le añaden los calificativos de “rosconero” (por el postre) y “ventolero” (por el clima que vivimos en esta época del año en Zaragoza, y que se suele caracterizar por el fuerte viento).