LOS BIENES DEL MONASTERIO DE SIJENA
Ayer miércoles y hoy jueves, buena parte del protagonismo parlamentario en las Cortes de Aragón ha sido liderado por un tema importante: el retorno de los bienes del Monasterio de Sijena. Este monasterio está situado en Aragón, más concretamente en la Comarca de Monegros, cerca del linde con Lérida. Aunque a todos nos puede recordar (y de hecho así es) otro tema muy controvertido y reivindicado en Aragón como es la devolución de los bienes de las parroquias aragonesas de la zona oriental que actualmente siguen depositados en Lérida sin que se devuelvan a sus legítimos titulares. Son dos asuntos diferentes, si bien tienen algunos elementos en común, y es necesario distinguir los dos supuestos.
Hagamos un poco de historia. El Monasterio de Sijena fue fundado por la esposa del Rey Alfonso II, Doña Sancha a finales del siglo XII. De estilo románico tardío, con algún elemento de transición al gótico. Destaca su gran puerta de acceso con catorce arquivoltas, y consta además de iglesia, claustro y otras dependencias y palacio prioral. Se acogió a la Orden de San Juan de Jerusalén. Su sala capitular contenía unas pinturas murales consideradas como las de mayor calidad del románico final europeo. Desgraciadamente, en la guerra civil española el monasterio fue destruido por el fuego provocado. Muchas de sus pinturas murales fueron arrancadas y trasladadas a Cataluña, donde actualmente se exhiben.
La polémica por los bienes de Sijena, cuyo retorno a Aragón se desea unánimemente desde nuestra Comunidad Autónoma, debe explicarse a través de varias premisas. En primer lugar hay que referirse a parte del patrimonio del monasterio que fue vendido por las religiosas en 1983 y 1992 a la Generalitat de Cataluña, sin que el Gobierno de Aragón pudiera ejercer el derecho de tanteo y retracto que la legislación reconoce. Estos bienes son 44 en 1983 y 75 en 1992. En la actualidad se encuentran en Cataluña. El asunto está pendiente de resolución del Tribunal Constitucional (hace ya 10 años). Existen otros bienes que son propiedad de la Comunidad de religiosas de Sijena que se encuentran en depósito también en Cataluña, y que lógicamente desde Aragón también se quiere su retorno a su lugar de origen (para ello hace falta obviamente el consentimiento de las propietarias). Por otro lado, las pinturas murales a las que he aludido anteriormente que fueron arrancadas en la guerra civil y trasladadas a Cataluña, siguen allí a pesar de que los trámites para su devolución al monasterio comenzaron ya en los años cuarenta, y de hecho tal y como explicó ayer la Consejera, el Ministerio ordenó que los objetos arqueológicos procedentes de la zona republicana de la provincia de Huesca que habían salido de su ubicación, fueran depositados en el Museo Arqueológico Provincial de Huesca. Sin embargo esta orden nunca fue ejecutada.
La reivindicación aragonesa sobre la situación de los bienes del Monasterio de Sijena ha sido constante desde hace años. Actualmente vuelve a primera línea del debate parlamentario debido a una circunstancia un tanto extraña. Resulta que las dos religiosas que quedaban vivas de la Comunidad de Sijena fallecieron hace ocho y diez años respectivamente. En ese tiempo, la Consejera dijo estar negociando con un representante de las mismas, dándose además la circunstancia de que nadie comunicó el fallecimiento de las dos religiosas. Por ello, la Consejera reconoció su error en la Comisión de Educación y Cultura de las Cortes de Aragón, y pidió disculpas por ello.
Existe una complicación más en este tema, y es que las dos religiosas fallecidas eran las últimas de la Comunidad Sanjuanista de Sijena, y nada tiene que ver con la comunidad que actualmente habita en el monasterio (las Hermanas de Belén). Por lo tanto, también ha debido averiguarse quién es la persona o entidad responsable y adecuada para continuar las negociaciones. Esta persona resulta ser la abadesa del Monasterio de Salinas de Añaña, en Alava. Como podéis comprobar, resulta un tema un tanto enrevesado, si bien desde Aragón no se tienen dudas sobre el tema de fondo: las reivindicación de las piezas del Monasterio aragonés de Sijena, que se encuentran depositadas fuera de Aragón.
Por parte del PAR, ha intervenido el Diputado oscense Javier Callau, quien ha valorado positivamente que la Consejera haya reconocido su error y haya pedido disculpas. Pero, en clara diferencia con los grupos de la oposición, la actitud del Diputado aragonesista ha sido la de intentar dar un enfoque positivo a esta situación. Callau ha reconocido que ahora existe una buena definición de todo este asunto gracias al exhaustivo trabajo realizado por el Gobierno de Aragón: se sabe con certeza qué bienes, dónde están, qué régimen jurídico es aplicable y en qué situación real se encuentran todas estas obras. Por ello Javier Callau ha apostado por empezar a trabajar con todo ello para conseguir el retorno de estas piezas y no dilatar más este proceso. La complejidad de algunos aspectos de este tema ha podido provocar algún error puntual en la actuación de la Consejera quien tal vez haya pecado de un poco de ingenuidad (en palabras del Diputado), pero la política global es la correcta y las actuaciones están dirigidas en la dirección pertinente.
Si queréis ver más fotografías del Monasterio podéis visitar esta página web.
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