SOBRE LA REAPERTURA DEL CANFRANC Y LA TRAVESÍA CENTRAL

Javier Allué, portavoz del Partido Aragonés (PAR) en las Cortes de Aragón, ha pedido hoy al presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, que demuestre su voluntad política con la reapertura del Canfranc en la cumbre bilateral que se mantendrá mañana en Madrid entre España y Francia. Allué ha considerado que al Gobierno de Zapatero le falta voluntad política y determinación a la hora de convencer a Sarkozy “si existiera una verdadera voluntad política firme e inquebrantable por parte del Gobierno español, las intenciones del Gobierno galo serían distintas y más favorables a la reapertura del Canfranc”. Por eso, ha dicho, es preciso que Zapatero defienda en la cumbre de mañana la necesidad de aprobar “un calendario para el Canfranc” y dar “un mayor impulso a la Travesía Central del Pirineo” pidiendo a los gobiernos soluciones para las comunicaciones por Aragón, tal como pidió el Senado por unanimidad (incluido el voto del PSOE) en el Pleno que se celebró el pasado día 14 de este mes de abril.

 

Por otra parte, el portavoz del PAR en las Cortes ha señalado que “resulta triste e irracional que siendo las comunicaciones con Francia por Aragón claramente insuficientes, suponiendo esa deficiencia un problema común y habiéndose reconocido el Pirineo Central como asunto de gran  interés y trascendencia para toda España, la Península Ibérica y la Unión Europea, siga siendo una barrera cuya ruptura no acaba por anteponerse”.

Travesía central

El parlamentario ha manifestado que el Canfranc y la Travesía Central son proyectos compatibles y de máxima prioridad para Aragón y ha recordado que en la cumbre que tuvo lugar en Zaragoza el 7 de diciembre de 2004, ambos gobiernos (España y Francia) anunciaron su acuerdo para  “incorporar el nuevo enlace ferroviario transpirenáico de gran capacidad (Travesía Central) en el marco de sus respectivas planificaciones estratégicas e iniciar en 2005 los estudios de los corredores de los trazados alternativos con incidencia, incluso, sobre la reapertura del Canfranc que compartía parte del trazado. En aquel momento la ministra de Fomento propuso que el enlace transpirenáico se desarrollase  a partir de Zaragoza como punto de conexión con la red férrea española. A las reticencias después expresadas desde Francia se unió el resultado del referendum el 29 de mayo de 2005, el cambio de Gobierno en París con la sustitución del anterior ministro competente en la materia, Gilles de Robien y la constitución de “Ferrmed” potente asociación para promocionar un futuro eje ferroviario de mercancías Rin-Ródano-Mediterráneo Occidental para el que reclamaba apoyo de Bruselas, París y Madrid, y que competiría en prioridad y financiación con la Travesía Central aragonesa. En la posterior cumbre de Barcelona fueron ratificados los acuerdos alcanzados en Zaragoza. Tras la cumbre de París de 2008, cualquier decisión sobre la Travesía quedaba relegada hasta 2013.

 

Allué ha reprochado que “todas las previsiones, declaraciones y acuerdos favorables a los que se ha llegado hasta el momento, como demuestran los hechos, acaban siendo papel mojado”, por eso ha exigido a Zapatero que haga valer en Madrid las reivindicaciones aragonesas.