MENUDA SALVAJADA
Leí en prensa hace unos días que un hombre ha sido condenado a seis meses de prisión (pena que ha sustituido por el pago de una multa de poco más de 1000 euros) por haber atado a su perra a la bola de remolque de su vehículo y arrastrar al pobre animal durante dos kilómetros. Parece ser que el pecado de la desgraciada perra fue el de vomitar en el maletero (me pregunto que para qué mete al animal en un maletero). Lejos de preocuparse por la salud del pobre animal, a este tipo no se le ocurre otra cosa que actuar como os cuento. Como consecuencia, la perrita sufrió (ya os podéis imaginar) quemaduras en la zona abdominal, abrasiones muy dolorosas, una herida abierta en el costado...en fin...
No me cabe en la cabeza cómo alguien puede actuar así. Llamadme ingenuo, pero de verdad que no entiendo cómo puede, en primer lugar, ocurrírsele semejante salvajada, y después llevarlo a cabo. Y el pobre animal...¿cómo reaccionó? Pues nada. La pobre perra supongo que ni se defendería.
Hay delitos más graves, sin duda. Cuando la víctima es una persona, con absoluta certeza, la gravedad de la conducta es mucho mayor, y la responsabilidad también. Pero no voy a eso. Lo que me pregunto es...si una persona le hace esto a un pobre animal inocente, ¿hasta dónde podría llegar con una persona? Sinceramente, no lo sé. No sé si para él habrá diferencia entre una persona y un animal. Lo que sí sé es que esto hace pensar y mucho.
La perrita ha sobrevivido. El hombre pagará su multa y con ello "habrá cumplido" penalmente.
Hay muchas formas de medir el progreso y el desarrollo de un país. Se puede hacer por datos económicos, por número de vehículos o de electrodomésticos, por nivel de estudios, etc. Sin duda alguna, la forma en la que se trata a los animales, también es un buen índice.
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