30 AÑOS DEL 23-F
Se cumplen hoy 30 años de la intentona golpista de Tejero en el Congreso de los Diputados, el mayor ataque a la democracia española desde la aprobación de la Constitución de 1978. Por aquellos tiempos yo era un crío de nueve años, pero me acuerdo perfectamente de aquel día. Recuerdo totalmente que a la vuelta del colegio, en el autobús, había un silencio sepulcral y que solo se oía la radio del conductor, que iba narrando los hechos que por entonces se conocían (en medio de una confusión absoluta).
Como os decía yo era un crío, y lo que sentí era miedo. En mi mente infantil, pensé que los golpistas iban a ir casa por casa fusilándonos a todos. También recuerdo la preocupación en mi casa, con la televisión encendida para ver las últimas noticias. Y, cosas de niños, me llamó mucho la atención que esa noche había programación televisiva (entonces la tele se acababa hacia las doce de la noche) con películas y programas que intentaban cubrir el tiempo nocturno de emisión.
Al día siguiente, la sensación que tuve fue de alivio. Vi al rey en la tele, pero le entendí poco (yo era demasiado pequeño para comprender el lenguaje serio del monarca en aquel momento), pero me di cuenta casi espontáneamente que eran buenas noticias.
Cuando empezaron a emitir más imágenes de todo lo que había ocurrido, tomé conciencia de todo lo que había pasado. Me sorprendió lo valientes que fueron algunos políticos como Adolfo Suárez o Gutiérrez Mellado con un comportamiento acorde totalmente con los cargos que entonces representaban. Y por primera vez, fui consciente de lo que era la transición política, de los peligros que acechaban al camino hacia la democracia, y de lo importante que fue evitar un golpe de Estado que nos hubiera devuelto al más profundo involucionismo.
Hoy, treinta años después, viendo las imágenes con la perspectiva del tiempo, confirmas esas impresiones de niño de nueve años: el miedo por lo que podía haber pasado, la amenaza a la democracia que existía en aquel momento, el papel esencial que jugaron algunos políticos e instituciones. También, hay que decirlo, se ven un tanto ridículas las imágenes y expresiones de Tejero (el famoso "se sienten, coño", el intento de derribar por la espalda al gran Gutiérrez Mellado, los disparos contra el techo...y sí, puede parecer un poco surrealista ahora, pero en aquel momento la cosa fue muy seria.
Afortunadamente, ese golpe fracasó, y hoy disfrutamos de unos derechos y un marco constitucional que nos permite hablar de estas cosas con plena libertad y tomar nuestra propias decisiones. Tenemos que valorar lo que tenemos, no nos olvidemos.
VIVA LA DEMOCRACIA!
P.D. Quién le iba a decir a ese crío de nueve años temeroso de lo que podía pasar, que otro 23 de febrero diez años después, la jornada sería radicalmente diferente en su vida. ;-)
2 comentarios
Sergio -
mait -