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IMÁGENES DEL PASADO

IMÁGENES DEL PASADO

Hace un tiempo os enseñé una de las fotos preferidas de mi colección familiar. Hoy os presento otra de ellas, acompañada además de una imagen similar con una diferencia de más de treinta años. La imagen antigua (portada de post) fue tomada en 1975, seguramente en agosto en la localidad de donde es oriunda mi familia paterna (Ibdes, en la Comarca de la Comunidad de Calatayud).

La fotografía fue tomada en la puerta de la casa de la familia, en la Calle Hospital (la que sube a la iglesia del pueblo que puede advertirse al fondode la foto, sobre las demás edificaciones. Y en ella, aparecemos los primos mayores con los yayos. De pie aparecen Oscar, Eugenia y Manuel Angel (falta Sara, que no estaba este día). Sentados aparecemos los pequeños de los mayores: Beatriz con sus coletas, Araceli al otro lado, y el royo de en medio soy yo.

Con nosotros aparecen el yayo Manuel y la yaya Luisa. La yaya nos dejaría al poco tiempo, dejando solo a mi pobre abuelo. Todos salimos comiendo algo, seguramente preparado por la yaya (la verdad es que no lo recuerdo). La foto me gusta especialmente porque es parte de la historia de la familia: los yayos, los nietos mayores, el pueblo, la casa...

Treinta años después, la realidad ha cambiado mucho. Como os he dicho antes, la yaya Luisa falleció al poquito tiempo de sacar esta instantánea. El yayo esperó algunos años después tras vivir solo en la enorme casa familiar durante un tiempo (no obstante, quiso morir en su pueblo, y así lo hizo). La casa familiar ya no pertenece a la familia, aunque todavía sigue en buen estado y habitada por otras personas. A los nietos mayores (los de la foto más Sara), siguieron los pequeños (Eduardo, Jesús y Alejandro). Y una nueva generación de Raguillas (como llaman desde siempre a mi familia en el pueblo, como diminutivo cariñoso de Larraga) ha nacido, colocando a nuestros padres en la generación de los yayos, y a la nuestra (los primos) como padres. La última incorporación ha tenido lugar, precisamente, hace muy pocos días.

ibdes por ti.

Tres décadas después, soy yo el que enseño a mis hijos sus raíces, a un Chorche curioso y ávido de saber más, y a un pequeño Jaime que observaba todo mientras trabajaba su chupete de forma sonora. Las casas del fondo, también han cambiado un poco, especialmente porque la mayoría de las casas ya solo son habitadas de forma estacional. La carpintería que había enfrente de casa, ya cerró hace muchos años...

Pero el recuerdo sigue vivo, en el mismo lugar donde fue obtenida la imagen original: en frente de nuestra casa (la que fue).

6 comentarios

Manuel Angel -

Ya se lo que comiamos en ese momento, lo acabo de recordar. Un helado de corte que se compraba por barras con esas galletas cuadradas.
Un ultimo brindis: ¡¡¡¡Por un año llego de esfuerzo comun y de dificultades superadas!!!.

Sergio -

Hola primica!!
Me alegro muchísimo de leerte. María Eugenia es mi prima, concretamente es la niña que aparece de pie en la imagen.
Te haré caso, y colgaré alguna foto más nuestras.
Muchos besicos!!
Sergio

Maria Eugenia Pinilla -

Hola Sergio

Deberias de "bloggear" mas acerca de la familia. Nos ha gustado mucho

un abrazo


Maria Eugenia

Begoña -

Hola Sergio, me ha encantado ver ésta foto tan antigua y que por cómo la describes está tan llena de nostalgia y de cariño.
Mantener los recuendos es algo que nos enriquece por dentro. Yo también me emociono viendo fotos viejas junto a los yayos y la bisabuela.
Por cierto, Chorche y Jaime son clavaditos a tí, a esa edad!!
Un abrazo.

Sergio -

Hola primo!!
Primero permíteme que te presente. Manuel Angel es uno de los niños que salen en la foto antigua. Concretamente, el primero de los que están de pie, empezando por la derecha.
Me alegro mucho de leerte por aquí. Por cierto que por la radio sí que oigo a vuestra asociación. Ya veo que vais con "mucho ritmo".
Un fuerte abrazo,primico. A ver si te mando por mail unas foticos recientes. Muchos besos!!

Manuel Angel -

Nio lo podrias haber descrito de mejor manera. Los ojos se me han vidriado y por un momento casi he llorado, pensando lo que fuimos y en los que soñabamos llegar a ser. Ese compromiso casi infantil de cambiar el mundo que viviamos solo ha sido llevado a la realidad por ti.
!Mi enhorabuena primo, recordar es volver a vivir¡.